Salud Mental: Salud es física, emocional y mental

No nos conformemos con menos.

Una sociedad cada vez más vertiginoso, donde parece no haber tiempo ni para respirar, hoy te digo: Para y respira… Lo voy a repetir: puedes parar y respirar.

Un llamado a la Conciencia

La salud es un concepto amplio que abarca mucho más que la ausencia de enfermedad física. En su esencia  profunda, la salud es la suma del bienestar de todos los cuerpos que conforman nuestra existencia: el físico, el emocional, el energético y el psíquico. Curiosamente, a lo largo de la historia, estas dimensiones de la salud han estado separadas, aunque figuras como Hipócrates ya hablaban de la importancia del bienestar holístico.

A principios del siglo XX, el psiquiatra Luis Rojas – abuelo de Marian Rojas Estapé-, fue el primero en abrir las puertas de los hospitales psiquiátricos, afirmando  que los pacientes de psiquiatría no solo debían ser encerrados, sino también tratados. Este enfoque marcó un cambio significativo en la atención de la salud mental, reconociendo la importancia del entorno, el apoyo de personas cercanas y el cariño para estos pacientes.

Cartas de la locura

Hace algunos años, gracias a mi queridísimo amigo Joan Miret –  humanista y valiente editor que ha publicado libros sobre salud mental escritos por pacientes en primera persona -, tuve la oportunidad de leer en el más profundo silencio, cartas escritas por pacientes de un psiquiátrico. Estas cartas nunca llegaron a ser leídas por sus seres queridos, quedaban apiladas en una carpeta, callando el miedo y sufrimiento. Este testimonio evidencia la importancia del amor y el apoyo de los seres queridos en el proceso de recuperación. Es necesario desterrar los estigmas que han rodeado durante tanto tiempo a la salud mental.

¡Stop and breathe!

En nuestro ajetreado mundo, donde parece que no hay tiempo para nada, te invito a que te tomes un momento: ¡para y respira! A menudo, relegamos nuestras necesidades emocionales a un segundo plano, como si no fueran igual de importantes que nuestra salud física. Sin embargo, ambas dimensiones están profundamente conectadas. Una mente sana contribuye a un cuerpo sano, y viceversa,  como dijo Décimo Junio, poeta romano en el siglo XX «mens sana in corporeizarse sano.»

Depresión y ansiedad, trastornos de conducta y personalidad

Todos enfrentamos momentos de estrés, ansiedad o tristeza en algún momento de la vida. Y es importante cambiar la forma en que vemos la salud mental, alejándonos de los estigmas y acercándonos a la comprensión y el apoyo consciente. La autoconciencia es el primer paso hacia el autocuidado mental. Aprende a reconocer cuándo necesitas ayuda o apoyo y no dudes en pedirlo.

  • Hablar sobre tus emociones es liberador y puede aliviar tu carga emocional. Busca a un amigo, familiar o profesional en momentos de necesidad. Compartir tus pensamientos puede hacer una gran diferencia.
  • Dedica tiempo cada día para cuidar tu bienestar mental. Practicar la autoconciencia y actividades como la meditación, el yoga o simplemente caminar pueden ayudarte a relajarte y reconectar contigo misma.
  • Recuerda que buscar ayuda no es una señal de debilidad, sino un acto de valentía y autocuidado. La salud mental es un viaje personal, pero no tienes que recorrerlo sola.
  • La empatía es una cualidad poderosa que comienza contigo misma. Todos enfrentamos desafíos emocionales en algún momento de la vida. Sé amable contigo misma y comprensiva con los demás.

Hoy te invito a  darte cuenta de la importancia de cuidar nuestra mente, es una forma poderosa de amarnos a nosotras mismas, y puede influir directamente en la salud física y que es necesario hacerlo todos los días.

Somos la voz interior: somos lo que pensamos

Somos lo que comemos, somos lo que pensamos. Finalmente se ha descubierto que el cuerpo -y el cerebro- no sabe diferenciar un miedo de algo real a uno imaginario, por fin se ha visto que el organismo se ve afectado por el cortisol, hormona del estrés, que fabrica el cerebro y que, en proporciones saludables, puede salvarnos la vida haciéndonos reaccionar ante un peligro real, pero en situaciones de estrés o depresión, por ejemplo, supone un peligro, ya que  intoxica nuestro organismo y provocando inflamación de órganos, estes, problemas de sistema inmune, fallos de memora, tristezas profundas y reactivas…  Y claro, también al contrario, los pensamientos positivos, de gratitud y amor, afecta positivamente en nuestras células.

Pero yo no soy científica, así que te dejo aquí este vídeo maravilloso de Marian Rojas, acerca de la comunicación cuerpo y mente y te invito a … parar y respirar… tantas veces como necesites a lo largo del dia… son micromeditaciones que hacen las cosas mucho más llevaderas, de forma más consciente.