08 Jun I believe in magic, y tu?
Cuenta una leyenda que los ángeles de la naturaleza se reunieron un día para que cada uno decidiera a qué elemento de su espacio representar: ¿un río, un lago, una montaña? Cuando muchos optaron por materias preciosas, como árboles, cuarzos o flores, la indecisión de uno de estos seres de luz lo llevó a conversar con algunos de ellos….
Después de hablar con el tulipán, la rosa, la azucena, la dalia, la peonia, la hortensia y el lirio, y notar la presunción de todas ellas, el ángel de la naturaleza se sentó pensativo y decepcionado.
Al rato y de manera espontánea, descubrió a una flor neutra, discreta y muy sencilla. Cuando charló con ella notó que su único fin era vivir a allá donde el viento la llevara, ya sea el aire, lluvia, tierra o fuego.
El ángel comunicó su decisión: el diente de león. Como el resto de los compañeros no entendía por qué quería representar a una especie sin vivos colores, tan poco agraciada y sobria, él argumentó que el proceso de transformación de esta pequeña flor se asemeja a los del sol, la luna y las estrellas:
El primer paso de la planta es ser una bola de fibras amarillas muy semejante al astro rey. Luego adquiere una forma redonda, esponjosa y de color plateado, como la luna y, finalmente, dispersa sus semillas, las cuales recorren grandes distancias como si fueran pequeñísimas estrellas.
El cariño y admiración que el ángel desarrolló hacia su querida flor fue tan grande que le otorgó un maravilloso poder mágico : cada vez que los niños soplaran sus semillas, uno de sus deseos se haría realidad.
Y tu, crees en la magia de los ángeles?