Mi pregunta: ¿cuánto importa el qué dirán? Recuerdo un cuento de aquel labrador que volvía del campo, montado en su burro, mientras el hijo caminaba detrás suyo. El primer vecino con quien se toparon afeó la conducta del labriego:  —¿Qué? ¿Satisfecho? ¡Y al hijo que lo parta un...

No hay duda: nacemos con los pies descalzos. Mucho rato antes de los dos mil años que llevamos contando, ya nos aficionamos a esa especie de bolsa para los pies. Zapatos. Yo nací descalza, como todo el mundo. Me gusta que mis pies tengan espacio....