
31 Dic ¿Se puede entrenar el optimismo, algo que llevamos en los genes?
En una sociedad donde el día a día parece un parque de atracciones; donde la incertidumbre habita de forma transversal en la sociedad de las personas; donde las cosas importantes escapan de nuestro control, o eso nos parece… en un mundo así, es buena idea conocer la incertidumbre y cómo abrodarla.
¿Bendita o maldita incertidumbre? Ese ingrediente inevitable en la receta de la vida, y mas en nuestra sociedada actual. Ese golpe de viento que de pronto convierte tu vida en un tsunami, donde no hay forma ni de peinarse… esa sensacion de vorágine y de descontrol que parece impregnar todas las capas de la cebolla, cuando algo importante falla…esa misma fuerza, es la tangible sensacion de que nada es eterno, es justamente la que nos hace conscientes que hay que vivir el momento, el aquí y el ahora. Así que… ¿cómo hacer para ser «felices»? Yo no lo sé, pero me gustan aquellos que sugieren que el secreto de la felicidad está en saber vivir en la incertidumbre -a mí me lo descubrió un libro «Nuestra incierta vida normal» poco después del 11-S de New York-. Y para ello, es fundamental una visión optimista, una actitud que sume.
¿Qué es el optimismo? Es la tendencia a ver las cosas en su aspecto mas positivo o mas favorable. Sencillamente es el motor de la creatividad!
¿Se puede entrenar el optimismo? Sí, está en nuestros genes, somos seres con capacidad de ser optimistas, pero hay que trabajarlo. Podemos darnos cuenta de cómo explicamos las cosas, como explicamos las malas noticias, incorporar expresiones de aprendizaje y de avance al verbalizarlo. Y recordarnos que lo que hoy nos hace sufrir es transitorio, también pasará… Es importante decirse a uno mismo que aquello que nos preocupa, no afecta a toda nuestra existencia, sino a una parte. De este modo. Podremos acotarlo y abordarlo a la vez que impedimos contamine otras zonas vitales.
El optimismo es la parte de la conciencia que te avisa que todo es temporal y que uno mismo siempre puede hacer algo activamente para superarlo; y te recuerda que ya ha superado otras adversidades anteriormente, te acompaña a buscar las herramientas necesarias, para gestionar el hoy. A medida que aprendemos de la vida, aprendemos a distinguir lo que es importante de lo que esta pasando, y así evitamos hacer de al eventual, un problema general. Así podremos dimensionar así nuestras preocupaciones y sufrimientos causados por algo temporal.
Relacionarse es fundamental para educar en el optimismo. No encerrarse en los propios pensamientos. Y educar en el optimismo! Niños que escuchan a sus padres compartir las adversidades y prender de ellas, serán facilmente adultos optimistas. Niños instalados en el «sí», seran fácilmente adultos que sepan superar las adversidades; niños instalados en el «es que…» les costará más reconocerse como adultos optimistas. Relacionarse con personas jovenes y compartir su vision y nuestra experiencia, es clave para una vision mas optimista. Compartir las preocupaciones, verbalizarlas es el primer paso para un plan de accion y poder cambiar las cosas, pero no desde una instalacion en el victimismo sino como primer paso hacia el cambio.
Practicar la amabilidad y vivir cerca de personas que compartan esa forma optimista de ver las cosas, incluso las adversidades, es el mejor consejo que me han dado. El optimismo razonable solo tiene ventajas! En la vida, en lo relacional, en el trabajo… En la salud incluso, la actitud optimista te da cierto poder de control sobre lo que esta pasando, y eso es fundamental para superar cualquier adversidad.
* No se puede tener todo, pero se puede intentar…