
21 Oct 2 horas de silencio al día, la mejor medicina para el alma
«Quedarse en silencio con uno mismo es mucho más difícil de lo que habia pensado: resultaba casi insoportable estar conmigo mismo. La conciencia es un territorio poco frecuentado». Así empieza el pequeño libro Biografía del Silencio.
Desde que era más pequeña he buscado mis rincones de silencio, de forma natural. Alejandome del grupo en la playa, para jugar en la orilla en silencio, me quedaba rezagada en la bici, para escuchar cada giro de mis pedales, un silencio no silencioso y a la vez relajante. Después, me recuerdo buscando mis ratos de estar sola, deseaba esa sensacion, como quien «sale a fumar».
Pasa el tiempo y el silencio se ha convertido en mi musica preferida. Un clima de intimidad y confiabilidad donde «lo que sientes es lo que es», sin distorsiones de colores ni músicas que endulzan o amargan la realidad. He llegado a un momento de la vida, que el silencio es sinónimo de confianza, es calma y serenidad. Y cuando puede haber silencio compartido, es la máxima expresion del pazinterior. Un día, hace muchos años, un amigo me regaló un libro. Un libro pequeño, de color naranja y negro, poco más de cien paginas de unos 15 centimetros de pura generosidad. Su título, Biografía del Silencio, de Pablo d’Ors. Acerca del silencio y de todo lo demás.
«Tú eres lo que queda cuando desparecen tus pensamientos»
Resulta que el 80% de nuestra actividad mental es irrelevante. Al leer esto, me quedé pensativa, inmersa en mis pensamientos, buscando ese 20% ¿sabré distinguirlos? Lo pongo en duda, como ejercicio personal. Parece que la fórmula pasa por no tener ideas sobre las cosas, solo aceptar las cosas como son. Por lo visto, el origen del sufrimiento es la resistencia que ponemos a la aceptacion de la realidad. Resulta que ese 80% de pensamientos irrelevantes es realmente ruidoso. La meditación es el arte de la rendicion, nos enseña a abrirnos a la realidad. Y he aprendido también -o estoy en ello, mejor dicho-, que el dolor deja de ser doloroso cuando te acostumbras a el. Así pues, lo mejor que podemos hacer cuando la vida nos trae un «problema», es vivirlo. Vivirlo, respirarlo, atenderlo, observarlo y permitirlo. Sin resistencia. Ahora viene lo mas dificil: vivirlo con atencion plena a todo lo que experimentamos, los pensamientos las emociones, sin identificarnos. Bueno, pues resulta que unos minutos de silencio, sentarse a meditar y observar la respiración y los pensamientos puede ser, la mejor «medicina diaria» para encontrar esas respuestas que a veces se nos resisten. Y como escribió Rumi, el poeta místico persa en el siglo XIII, «Listen to silence. It has so much to say».
La ciencia también habla del silencio, por lo visto exponer nuestro cerebro a la usencia de ruido exterior, modifica nuestro cerebro, «casi como una droga» . Algunos investigadores afirman que podria ser vital para el organismo, esto es lo que ocurre: Se crean nuevas neuronas en el hipotalamo, dos horas de silencio al dia son necesarias para que eso suceda. Nos volvemos mas sensibles y empaticos. El area giro supramarginal, donde se genera el amor y la empatia, funciona mejor en silencio, se activan procesos de atención. La corteza perofrontal descansa y asi se activa la «atencion pasiva». Necesaria para guardar energia, sin dejar de estar atentos. Liberamos tension, las neuronas de la corteza auditiva se relajan.
Sabiendo esto, ¿ya has pensado donde vas a construir tu dosis de silencio, hoy? Que el silencio es beneficioso para nuestro cerebro es algo que nadie ponía en duda los ñultimos tiempo, sobre todo los adultos y en general las generaciones de personas más maduras, serenas. Desde hace unos años el mundo se ha vuelto mucho más ruidoso. Tráfico, música, maquinaria urbana, infinitas melodías de nuestros móviles, ruido ambiente no definifo… parece que ya no podemos existir sin algún tipo de ruido a nuestro alrededor, sin estar conectados a algo: televisión, radio… ¿Qué decir del uso exagerado de los auriculares y el móvil? Lo observamos cada vez más en muchos jóvenes «de todas las edades», personas permanentemente conectada a unos auriculares incluso dando un paseo por el campo o practicando algún deporte. Cuidado porque el oído debe estar alerta y estamos perdiendo el contacto con sonidos naturales más suaves y placenteros como el de las hojas de los árboles al ser movidas por el viento o el canto de los pájaros. Vivimos en un mundo ruidoso y molesto , donde el silencio es cada vez más difícil de conseguir.
Esto puede afectar a nuestra salud y repercutir negativamente sobre nuestro cuerpo. ¿Cuántos momentos del día has pasado en silencio, hoy? Hazte esta pregunta. Probablemente la respuesta sea “muy pocos” o incluso “ninguno”.