
05 Jul ¿Sabes? El mejor interfaz son tus ojos
Cada año, más miles de fotos. Cada día más miles de selfies. Cada momento, lo pensamos más para fotografiarlo y menos para vivirlo. Todos nos apresuramos a decir hacia dentro «a mí no me pasa», y yo tengo la sensación que es algo que nos caracteriza a las generaciones actuales -disculpas por la generalización-. Se nos come el síndrome de diógenes digital. Permitimos que nos pase. Nos abandonamos un poco hoy y otro poco mañana hasta acumular fotos videos gifs boomerang y otros formatos… Porque es demasiado fácil tirar fotos y almacenarlas sin criterio. Con desmedida y desproporción. Fotos que algún día alguien tendrá que tirar, eliminar, borrar o destruir… acto no exento de dolor, por cierto.
Parece que el pánico a no poder acceder a nuestros recuerdos en el futuro se ha apoderado de la especie humana. Error. El cerebro y sus perfectos mecanismos sabrá cómo convertir una vivencia en un recuerdo memorable. Solo el paso del tiempo dirá si lo merece. Sí, las neuronas captan cada vivencia, la codifican, los neurotransmisores hacen lo propio y, en algún lugar del cerebro, se almacenan…
Sí, lo sé, cuando revisamos esa vieja caja con fotos dobladas y amarillentas, se mueven y se remueven las figuras, parece que escuchamos las risas, los sabores y olores… pero algo me dice que eso sucede precisamente por lo exclusivo de la foto. ¿Sucederá lo mismo, el día de mañana, con las cientos de miles de fotos que conservamos en redes sociales o en nuestros dispositivos? ¿qué opinas tú? Yo opino que tratar de construir falsamente nuestros recuerdos mediante fotos y otros clics para captar la realidad es quitarle su trabajo a nuestro cerebro. Para eso sirve, entre otras cosas… y si no realiza su trabajo, se me ocurre que pueden pasar varias cosas: que se vuelva más vago o que se ponga a hacer «otras tareas»… bueno, no se, no soy neuróloga ni médico.
Nos hemos habituado a necesitar esa foto, a veces compartida en redes, en ocasiones solo en grupos de whatsapp, los más exigentes, la guardarán por si un día no sé qué… lo cierto es que nos esforzamos en tener la mejor cámara, cuantos más megapixeles mejor, la capacidad de almacenamiento nunca es suficiente, la nube y sus posibilidades de ampliar espacio… y en ocasiones, se me ocurre que quizá el sol ya se ha puesto otra vez detrás del horizonte… te perdiste la foto, pero, sobre todo, te perdiste la ocasión de convertir ese momento único en algo verdaderamente memorable, sencillamente viviéndolo…
At the end of the day, ¡el mejor interfaz son tus ojos!
? Gracias!