Energía sexual, sexo, excitación, seducción, libertad, poder… ¿vas a seguir leyendo?

Kilómetros de muralla de resistencias se han levantado frente a mi, a la hora de publicar este post. Quiero hablar de energía sexual, quiero hablar de energía vital, quiero hablar de libertad, de gozo y de deseo. Y no quiero hablar de sexo, ni de sexualidad, ni siquiera de excitación.

Por eso he escogido una foto «evidente» y un titular formado por un puñado de palabras explícitas, para generar un contexto y probablemente unas expectativas. ¡Ahora, toca dejarlas ir! Gracias.

Seré breve, lo prometo.

Abrir tu mente, es la mejor manera de salir de ella… 

Compartir momentos de silencio es la máxima intimidad, es lo más profundo e íntimo. El placer es de todos, no es de nadie, es de la vida, de la experiencia. Estamos inmersos en una misma experiencia expansiva, en un mismo placer, una misma energía. El sentir profundo te da el sostén a ese «vivir la experiencia sin proyección», a vivir el placer sin asociarlo a una persona, a una idea o expectativa. La propia experiencia nace, es y muere. El vínculo entre dos (o más) personas se gesta a través de la energía, el conflicto puede aparecer -y aparece- cuando nos confundimos, en primer lugar, al identificarnos con el cuerpo, con la emoción, con el sentimiento, con la excitación, con la otra persona. Son algunas de las reflexiones anotadas en mi libreta… tengo muchas más.

Se trata de ganar territorio al placer

Desde por la mañana, la invitación es abrir los ojos con consciencia, de vida, de placer. Todos los días, igual que practicamos la meditación y nos lavamos los dientes, está a tu alcance promover una activación de tu energía sexual, contigo misma, con tu pareja, con tu fantasía, con tu imaginación… Y antes de dormir, ¡qué mejor que permitirte a una misma, despedir la jornada con un momento de placer!

Durante el día, nos saltamos infinitos instantes de placer, desayunar conscientemente desde el gozo, disfrutar del olor, el sabor, la temperatura del té, que has preparado con consciencia sabiendo que va a ser un momento de placer. Cuando te duches, ¡dúchate! dúchate contigo misma, reconócete, acaríciate, disfrútate… permítetelo, está a tu alcance, todos los días! Abre tu día al amor, a la luz, a la abundancia, al placer…  Y así, todos los días… No sigo con más ejemplos de momentos de placer, porque me he comprometido a ser breve.

Se trata de no confundirse

No es lo mismo la energía sexual que la excitación. La energía sexual es un poder que está en tí y es tu responsabilidad activarlo, disfrutarlo y vivirlo. Ese poder es tuyo. Sin proyección, sin expectativas ni anhelo, implícitos en la excitación sexual a veces mal entendida.

Profundiza, sigue buscando «darlo todo, vivirlo todo»

Lo más valioso que me llevo, es que el silencio es la respuesta a todo, es la libertad. Es la experiencia de presencia y presente más viva, como respirar. Como dijo mi admirado Rumi, «escucha el silencio, tiene mucho que decir»

Lo que vemos en el silencio es solo la punta del iceberg, de lo que en él habita. Paz quietud, voces, luz, respuestas… Esto es solo un apunte de lo que he vivido y estoy aprendiendo recientemente.

Aquí comparto unas cuantas reflexiones alrededor de este apasionante e infinito tema de la energía sexual, pero te confirmo que solo se puede vivir desde la experiencia. Por eso, si has llegado leyendo hasta aquí, te cuento que disfrutar de una sexualidad consciente y libre es posible.

Espacio interior

Gracias por cada momento del curso de sexualidad -sobre todo los más incómodos-  y el retiro que hemos experienciado hace unos días un grupo de personas, acompañados por el equipazzzzo de AJ Larruy; Greta, gracias por tu generosidad, por acompañarnos en el reto de vivir felizmente cada uno de los rincones de nuestro cuerpo. Teresa, gracias por tu amor-humor, haciendo livianos momentos a veces difíciles; Fer, gracias por existir, qué mas te voy a decir. Un equipo cuyo pegamento es la generosidad, el amor, la entrega, la presencia y desnudez y el compromiso para con las personas que estamos ahí, a veces solas, a veces pequeñitos, a veces enormes… gracias.

Y a ese grupo de personas únicas…

Gracias por todas y cada una de las miradas que he recibido y por recibir las mias; gracias por cada gesto amoroso; gracias por ese silencio compartido, tan pleno y liberador; gracias por esa invitación a ser una misma y darlo todo, en cada dinámica, acompañándonos unos a otros en el camino de integrar cada metáfora y mirar nuestras resistencias, con amor; gracias por compartir la expansión que hemos vivido y que hoy forma parte de un sólido nosotros. Gracias por toda la experiencia, por cada recogida de proyecciones, por cada soltar…

Gracias a mi ángel, por cada uno de sus gestos y palabras y abrazos y por su energía, toda, la vital, la emocional, la sexual. Gracias a mi angelada, infinitos reencuentros bellos bajo el cielo azul.

 

Recuerda, energía sexual es mucho más que sexo. No te conformes con menos…