
03 Nov Eco ansiedad, la ansiedad ecológica no es una moda
Nos ha tocado vivir en la era de la crisis climática, las malas noticias acerca de la salud del planeta, ya no son noticias. Los medios de comunicación, las redes sociales, las campañas políticas o el cubo de basura de casa. Nos encontramos constantemente con inputs y no es fácil mirar de frente la realidad del cambio climático, con todas sus consecuencias, «there’s no planet B». El calentamiento global no sólo tiene efectos sobre el medio ambiente y la salud física, sino también sobre la salud mental.
¿Qué es la ansiedad ecológica?
Ansiedad, rabia, enfado o parálisis. Cada vez son más las personas que «sienten algo» al respecto de este asunto. No sorprende que la situación esté afectando nuestra salud mental. Cada vez más personas sufren de «ansiedad climática», ya se oye hablar de ello, «ansiedad ecológica» o incluso «trastorno de ansiedad ecológica», y no es una moda o un snobismo, es una realidad, una de las «nuevas enfermedades» de nuestra era.
¿Cómo se manifiesta?
La ansiedad climática se manifiesta con sentimientos angustiantes que las personas experimentan cuando se permiten comprender qué es el cambio climático, de dónde viene y cuáles son las consecuencias. Es una experiencia que te puede cambiar la vida. Afortunadamente, hay cosas que podemos hacer para gestionar la ansiedad climática.
¿Qué podemos hacer?
Primero, selecciona las noticias. Leer sobre la crisis climática online puede mantenerte informado, sin embargo, si la avalancha diaria de artículos te hace sentir deprimido, considera reducir la información recibida. Desactivar las notificaciones y organizarse para leerlo una vez al día. Recuerda que los titulares catastróficos se utilizan para vender. Investiga y lee de fuentes objetivas, por ejemplo estudios científicos, que brindan una visión menos sensacionalista, información de origen.
Hacer un pequeño cambio. Es fácil sentirse impotente ante la idea de la extinción masiva de especies y las altas temperaturas, y pensar: «¿Cómo podría yo parar esto?» Recuerde que nadie es demasiado pequeño para marcar la diferencia. Encontrar y escoger libremente las pequeñas acciones en las que queremos participar, puede empezar a calmar los pensamientos ansiosos al aumentar su sentido de propósito y autoestima.
Ajusta tu vida a lo que ahora sabes. Con información, podrás tomar pequeñas decisiones que pueden contribuir en pequeña escala a ser parte de la solución, y no del problema. Estar involucrado con otras personas en organizaciones de t sociedad, en acciones de apoyo, marca una gran diferencia. Nos hace sentir parte activa de la solución y eso puede ser, sin duda, beneficioso para la ansiedad. Grandes victorias son la suma de pequeñas acciones casi invisibles.
No te culpes. Hemos llegado hasta aquí, eso no se puede cambiar, estamos de acuerdo, ¿verdad? Pues lo que importa es lo que podemos hacer a partir de ahora. Y no culpes a otras personas que no han llegado a tus conclusiones, todavía. Acuérdate de ti mismo «antes». No se trata de hacer que las personas cambien de opinión, pero eso puede suceder…
Busca ayuda profesional. También es una opción buscar ayuda de un experto. Una conversación de coaching acerca de cómo te hace sentir una situación externa, puede suponer un cambio importante para mirarlo desde otro punto de vista. Y desde este nuevo lugar, crear mayor conciencia y adoptar nuevas acciones. También te puede servir para desarrollar herramientas nuevas que te pueden ser de utilidad para gestionar pensamientos y miedos que pueden aparecer.
Busca la naturaleza. Un paseo por la montaña, disfrutar del sonido de las hojas en otoño, el mar o ver pasar las nubes. Todo ello nos proporciona energía renovada para seguir adelante y comprobar que merece la pena dar ese paso: cambiar la ansiedad por motor de acción.
Haz cosas que te hagan sentir vivo. Bailar, hacer yoga, quedar con amigos, cocinar o lo que te guste hacer. hazlo! Distrae tu ansiedad de su foco y dedica esa energía a ti mismo.
Y acabamos con una mirada de esperanza… ¡Hay tantos jóvenes involucrados en la política climática! y este cambio se intensificará cuando los millones de niños en edad escolar crezcan, porque han nacido y convivido de forma natural con contenedores de reciclaje de colores, coches híbridos, emisiones zero, agenda 2030 y productos respetuosos con la capa de ozono. En pocos años, ellos serán mujeres y hombres adultos, empezarán a trabajar, a crear y a dirigir empresas desde esa nueva mirada que han aprendido desde pequeños, una mirada respetuosa y agradecida por y hacia el planeta. Y esa habrá sido, como padres, nuestra huella en este mundo.
Así pues, mi invitación hoy es a avanzar aprendiendo de ellos, confiando en ellos y haciéndoles caso cuando nos dicen «mami, esto se recicla en el amarillo». El cambio esta en camino y viene de la mano de los más pequeños.