
12 Jul «Allí donde habla el corazón es de mala educación que la razón lo contradiga»
Verano del ’99 en Barcelona, en el barrio del Born. Mientras espero a Danilo, encuentro un libro, cubierta hacia abajo. Como si estuviera esperándome a mí: «la insoportable levedad del ser», de Milan Kundera. No había leído nada suyo hasta ese momento, así que hice lo que suelo hacer: leer el primer y el último párrafo.
Kundera afirma que el ser humano suele vivir de impulsos, pocas veces es premeditado. Toda nuestra esencia vive en el alma y se manifiesta en el cuerpo. Lúcido y preciso, formula sus frases par que resulten memorables. Esta novela es mucho más una historia de amor, aborda el sentido de la vida.
Una de las frases de Kundera que destaca es: «Aquel que quiere permanentemente ‘llegar más alto’ tiene que contar con que algún día le invadirá el vértigo». Esta cita encapsula la idea de que el afán constante por alcanzar nuevas alturas conlleva el riesgo de enfrentar momentos de incertidumbre. Nos invita a reflexionar sobre los límites que nos imponemos y los desafíos que encontramos en nuestro camino.
Gran parte de las frases de esta obra maestra de Kundera están relacionadas con el amor y sus vicisitudes, explorando diversas formas de relaciones amorosas y su naturaleza.
«El amor no se manifiesta en el deseo de acostarse con alguien (este deseo se produce en relación con una cantidad innumerable de mujeres), sino en el deseo de dormir junto a alguien (este deseo se produce en relación con una única mujer)».
Esta frase nos recuerda que el amor va más allá del deseo carnal, involucra la intimidad y la conexión emocional profunda con esa persona singular.
Además, Kundera se esfuerza por definir lo que el amor no es. A través de agudas reflexiones, establece una clara distinción entre amar y desear ser amado.
«Es posible que no seamos capaces de amar precisamente porque deseamos ser amados, porque queremos que el otro nos dé algo (amor), en lugar de aproximarnos a él sin exigencias y querer solo su mera presencia».
Kundera destaca la importancia de amar sin condiciones y de encontrar nuestra propia completitud antes de buscarla en los demás.
Y por supuesto, el autor no solo explora el amor, sino también su fin.
«Los amores son como los imperios: cuando desaparece la idea sobre la cual han sido construidos, perecen ellos también».
Esta frase revela que el vínculo está estrechamente vinculado a nuestras creencias y concepciones sobre la vida. Cuando esas ideas fundamentales cambian o desaparecen, el amor entre las personas puede desvanecerse junto con ellas, que no el Amor mayúsculo que e sea propia vida.
Reconozco que entonces me sentí atrapada por su escritura, casi dolorosa, donde se pone de manifiesto que el amor implica renunciar. Renunciar a la razón del propio ego y de aceptar la vulnerabilidad. El amor auténtico no se basa en el control o la dominación, sino en la entrega y la fragilidad, la naturalidad.
«Allí donde habla el corazón es de mala educación que la razón lo contradiga».
Dejémonos de historias, creencias, tempos, miedos y otras cuestiones de la mente, y abracemos el amor, venga en la forma que venga… Porque son nuestros sentimientos más profundos, incluso cuando la lógica nos dice lo contrario. A veces, es necesario confiar en aquello que no somos capaces de explicar, para vivir plenamente.
El concepto de levedad y peso es el hilo conductor en «La insoportable levedad del ser». Kundera cuestiona cuál de estos dos ejes debe regir nuestras vidas. Según él: «La carga más pesada es por lo tanto, a la vez, la imagen de la más intensa plenitud de la vida. Cuanto más pesada sea la carga, más a ras de tierra estará nuestra vida, más real y verdadera será». Con esta afirmación, el autor desafía la idea de que la frivolidad y la superficialidad son más llevaderas, enfatizando que llevar una carga nos conecta con una existencia más auténtica y significativa.
En su exploración de la vida y el amor, el autor plantea una verdad evidente pero a menudo olvidada: «El hombre nunca puede saber qué debe querer, porque vive solo una vida y no tiene modo de compararla con sus vidas precedentes ni de enmendarla en sus vidas posteriores». Esta afirmación nos recuerda que estamos destinados a vivir a ciegas, sin un manual que nos indique la forma correcta de vivir. Sin embargo, también nos anima a disfrutar de cada momento y aprender de nuestras experiencias, ya que solo tenemos una oportunidad de vivir.
La insoportable levedad del ser me pareció una obra que refleja con maestría la sensibilidad y la sabiduría de Milán Kundera. Sus frases inolvidables sobre el amor, la vida y la vulnerabilidad nos invitan a reflexionar sobre nuestra existencia y nuestras relaciones con profundidad y autenticidad.
Kundera, creció inmerso en un ambiente intelectual, artístico y musical, en la Chequia del siglo pasado. Ayer, 11 de julio de 2023, Milan emprendió su próximo viaje… quién sabe si volverá para contarnos que tenemos más de una vida y que el viaje no es tan «a ciegas», si sabemos quitar la mente de la proa de la vida y ponerla a trabajar en lo que le toca, y empezamos a vivir con el corazón, que es donde realmente se aloja la memoria del Alma.
Gracias por pasarte por aquí!