Ahora sí: ¡viva el tocino y la velocidad!

Buenos días, personas que mandáis en esta sociedad! He escogido palabras facilitas, para que no os perdáis! -de nada…-.

Ya nos habéis prohibido la velocidad en coche, en moto y en skate! Ya nos habéis prohibido el tocino! El derecho a la energía del sol y a tomarlo en exceso. También practicar sexo sin medidas de seguridad. Ya tenemos seguro de vida, de muerte, de accidente, de incendio y de robo. Ya podemos cerrar o abrir fronteras, esas líneas «imaginarias» en un planeta que ni siquiera es de nuestra propiedad. Habéis diseñado señales para prohibir cosas tan absurdas que dan risa! Ya tenemos todos nuestro estúpido plan de pensiones y nos vacunamos para prevenir enfermedades que no sabemos si pueden existir. Y lo peor, ya educamos a los hijos en el miedo, la inseguridad y la privación de libertad. Hemos perdido el sentido de todo esto…  para hacer que vuestra rueda siga girando.

Artículo 1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.

 

Y para acabar: tampoco podemos morir por decisión propia y con dignidad, porque resulta que es ilegal y qué haréis? meter al muerto en la cárcel? ¿Quién se atreve a pensar que tiene más derecho que uno mismo, a decidir sobre la propia vida? Estupideces sin fin, en este momento que nos habéis impuesto! GRACIAS! Las normas diseñadas por vosotros, personas que mandáis, están hechas solo para cubrir vuestras espaldas y sacaros el muerto de encima, y que las cifras que no delaten que sois peores  que los anteriores!

Tengo una mala noticia para vosotros, personas que mandáis:  el Karma no descansa. 

Mi duda para todas las personas que no mandamos:  ¿por qué hemos permitido que transformen un mundo libre y feliz en un mundo seguro?  Ahora sí: es lo mismo el tocino y la velocidad!