Cada día tomamos 35.000 decisiones, menos del 1% de forma consciente

«Cada día tomamos 35.000 decisiones y de éstas tan solo el 1% o menos, las tomamos de forma consciente»

Todos los días. Todas las personas del planeta. Y no hablemos del resto de animales, y seres vivos. Viendo este ratio y que seguimos vivos, ¿no os parece que las mejores decisiones se toman de forma no consciente? A mí me parece una evidencia aplastante y cada vez lo veo más claro. Flipo.

Uno de los beneficios de vivir desde el «fluir», es que «tomar decisiones» y «pensar» es algo que queda acotado al ámbito de lo pragmático: a la ejecución o la realización de las acciones y se aleja de la teorización y la especulación.

Es importante distinguir fluir y desocuparse. Fluir significa ser, estar y sentir la vida y eso se promueve, sin duda, desde la presencia, que a su vez se ejercita con la práctica diaria de la meditación, entre otras cosas. Desde ese punto, uno sencillamente se compromete, no desde la obligación de la mente y la sociedad, sino desde lo profundo.

La mente, nuestro mejor aliado

Para aspectos prácticos, pragmáticos, lógicos y operativos, sin duda la mente es nuestro mejor aliado. Y si tenemos a la mente ocupada coordinando agenda y tomando decisiones de lo pragmático, no se meterá en bucles de pensamiento , ni nos meterán líos de los suyos, que solo existen en su mundo.

Muchas veces, la mejor decisión que podemos tomar es posponer la decisión, o sea: ¡no tomarla!
Y como dice mi querido AJLarruy «Las decisiones no se toman, vienen dadas»

 

Dicho esto, hoy comparto una metodología para tomar decisiones «mundanas»de forma más ágil. Mira,

  • Limita las opciones
  • Identificar la decisión a tomar
  • Recopilar información
  • Identificar opciones
  • Separa con una línea las buenas y malas opciones
  • Desarrollar posibles soluciones
  • Descartar
  • Plan de Ejecución y acción
  • Revisión.

Y, sobre todo, permite ponerte en la mejor disposición, ante una supuesta decisión:

    • Permítete una pequeña meditación, un centramiento, para salir de cualquier emoción que pueda provocar dicha decisión. Alegría, enfado o miedo, no son buenas consejeras para una decisión.
    • Escucha qué te dice tu tripa, en ingles lo llaman «gut feeling«
    • Confía en la vida, ella sabe cuál es la mejor decisión en todo momento.
    • Y recuerda que la indecisión mata, la pasividad bloquea.

 

Gracias por pasarte por aquí. 😉