
21 Feb ¿Escoges o escogen por ti?
¿Soy la única que cree que a la publicidad se le ha ido la pinza? Cada vez más anuncios están notablemente alejados del producto que promocionan. Con la excusa de las emociones, los valores y el bla bla bla, nos venden cereales, perfumes y chocolate, utilizando el placer, el sexo o la aspirada felicidad. ¿Cualquier cosa vale para vender un coche más? Alguien cree todavía que un tinte para el cabello le hará parecer una estrella de Jolibut, un yogur conseguirá que su día sea mejor que un sueño, y viajar más barato le hará imaginar por un par de días que la vida es maravillosa…?
Lo anunciado ha cedido el protagonismo a lo aspirado e inexistente. Esa familia de guapos que desayuna en pijama y de buen humor… ese viaje con el coche lleno de niños que no preguntan “¿cuánto falta?”, incluso esa visita mensual tan femenina, llega a parecernos estupenda. Todo eso no existe fuera de la liquidez de la pantalla. Solo la tiranía de seguir fingiéndolo, actitud que nos aleja cada vez más del autoconocimiento.
Se me ocurre que quizá sería buena idea reflexionar sobre qué nos está robando la única realidad…
Hemos olvidado que estamos comprando «la cosa», que los valores no se impregnan en tu piel como un perfume, y que la vida de uno es la que es, y eso no va a cambiar por mucho yogur que compres.
Ése es el efecto perverso de la sobreexposición a publicidad actual. Ya lo anunció Huxley y actualmente estamos en la página X de su libro Un mundo feliz, escrito en 1932: La sobreexposición a la información de los individuos anulará su capacidad de decisión. Y el criterio, por cierto. Nunca hemos tenido mayor acceso a información y menos criterio.
Gracias ❤️️