Tú te quedas los colchones. Yo las pasiones

Tropiezo con un par de colchones y sus pasiones derramadas, abandonados en la calle, el día por delante y con la banda sonora de Gritos arrojados sin medida por la ventana. Así empieza y acaba este post…

El pan nuestro de cada día, aunque es más actual decir «la pizza nuestra de cada semana«. Me refiero a las rupturas. En los rompedores setenta se llamaba divorcio y punto; y solo se divorciaban los «ricos». Separar, disociar, dividir, abandonar, repartir, desprender desglosar, disolver, desconectar, desarticular, deshacer… todos estos términos aparecen en wordreference como sinónimos de «separar«, hasta aquí bien, ¿verdad? he continuado leyendo y mira qué cosas:

aislar, desechar, desperdigar, descoser, expulsar, despedir, destituir, apartar, jubilar, relevar, romper, repudiar.

Suena realmente incómodo, ¿no? Se me antojan algunas intenciones perversas, voluntades torcidas y demasiado materialismo, en muchos de esos sinónimos, pero si el diccionario lo dice, Amén!

Volviendo al título, no hay semana que no venga alguien a intentar contarme que si bla bla bla su divorcio, bla bla bla su marido, que si su mujer… que si el coche y los niños… que la casa o el piso… que si te dan «la compartida» (suena bien, sí, y todos entendemos que se trata de la custodia de los hijos y, en ocasiones, de perros y mascotas…).

Dato: desde la supuesta «salida de la crisis», resulta que en nuestro país se han incrementado los divorcios. Parece que «la crisis económica hizo florecer las crisis de pareja».

Muchas parejas se atavían cada día con sus peores galas y salen a quemar las naves… cuchillo en boca, a morir matando, dejando decoro y memoria en algún cajón cerrado. Ahorro descripciones, todos tenemos alguna escena cercana en mente, ¿verdad?

He observado que, salvo contados ejemplos ejemplares, la mayoría de parejas se comportan de dos formas: Una gran parte acaba casi partiendo en dos cachos sus bienes, de forma quirúrgica y casi sin mirar atrás (es buena idea tener hijos a pares, por si acaso…). Aunque hay otra tipología de parejas que -como probablemente venía siendo durante su matrimonio-, una parte cede  y cede, y la otra toma y toma!

Por eso el título de este post:

«tú te quedas hasta los colchones y yo me llevo mis pasiones»

Y tú ¿qué prefieres quedarte…? cosas y colchones o todas tus passssiones?