“Nada grave, solo algo de lo que debo ocuparme”

“Nada grave, solo algo de lo que debo ocuparme urgentemente”, “finalmente no podremos quedar esta noche, debo terminar una Presentación para mañana a las nueve”…

Afirmaciones de este tipo se intercalan en nuestro día a día, con mas frecuencia de lo que somos conscientes. Nos justificamos por estar demasiado ocupados. Tenemos la cabeza tan dentro de los hombros que no vemos más allá de nuestro teclado. Nos excusamos por no llegar a todo, y yo me pregunto ¿quién te dijo que tenias que llegar a todo?

Y de repente, te das cuenta que has leído tres paginas del informe de tu jefe sin saber qué es lo que has leído; te despiertas a media noche en busca de carbohidratos; de fumar ni hablemos… o pierdes los nervios sin poder contar hasta tres, te descubres de nuevo con un cabreo desmesurado por un retraso en la entrega de un proyecto. ¿Te suena?

Stop. Respira…

Como en una película, la vida se detiene para conseguir tu atención. ¿Para qué? Para mostrarte que has dejado de ocuparte de ti, de tu vida, de tus asuntos. Hace semanas que no actualizas tu descubrimiento semanal de Spotify, y la procrastination se ha instalado en tu vida privada, y ni quedas con tus amigos. Solo piensas en acabar lo que estas haciendo y no recuerdas que hace poco disfrutabas haciendo .

Esta mañana has visto dos sillas abandonadas en mitad de la calle, esperando ser recogidas para su segunda vida. Stop. No has podido evitar sentarte.

Y sentada en una envejecida silla roja en la calle a las ocho y de de la mañana, te das cuenta que necesitas parar. ¡Pues para! Es ahora que debes parar. No ayer ni mañana, hoy.

Stop. “Tienes derecho a necesitar parar. Tienes derecho a parar.”

El descanso forma parte de nuestras necesidades biológicas más importantes y es fundamental aprender a reconocer cuando nuestro cuerpo y nuestra mente nos piden bajar un poco el ritmo, por nuestro propio bien.

Algunas personas viven instaladas en el “síndrome del superhéroe o súper heroína“.

La sociedad nos arropa envenenándonos dulcemente entre compromisos, creencias y un montón de deberíamos. “Deberíamos cumplir y poder con todo, y además, hacerlo perfecto”.

El cuerpo fisico manifiesta su cansancio principalmente a través de dolores musculares, baja energía y descenso del rendimiento en todos los aspectos.

El cuerpo emocional se muestra con ansiedad, frustración, enojo, sentirse abrumados, y sobrecargados.

Todo esto aumenta el nivel de estrés, aumenta la reactividad y las conductas violentas, de diversos grados.

Stop. Es momento de reconocer las señales que nuestro sabio cuerpo nos envía para pedirnos descanso y de paso, hacer «algunas cosas» de forma diferente, para que nos pueda ayudar en el futuro.

Infografia de @self.academy

Aprender a legitimar cómo te estas sintiendo en todo momento. Aprender a darse tiempo para descansar, aprender a pedir ayuda, a decir que no, trabajar en adaptarse y ser flexible, soltar rasgos como el perfeccionismo y el control, son formas que pueden ayudarte y que puedes trabajar en un proceso de Coaching.

Gracias ♥️

Sandra Gali, Coach