20 Oct Hay tres cosas importantes en la vida…
Tener como padre el verbo “amar”, es una responsabilidad y, aparentemente, tendría que facilitar las cosas. Estaba pensando en el término «amabilidad», esa cualidad humana complaciente -en ocasiones una actitud-, afectuosa que significa textualmente «digna de ser amada». La amabilidad es un claro exponente de madurez colectiva y de grandeza individual, dado su carácter universal, integrador y de cálido acercamiento entre las personas.
Es una actitud que surge espontáneamente de los sentimientos, aunque en ocasiones nace a partir de una obligación o compromiso, tiene que ver con las formalidades y normas de conducta. En realidad, ésta solo sirve para seguir lo que es socialmente correcto, pero se me ocurre que, quizá, si todos fuéramos un poco más amables, nuestras calles y nuestros hogares serían lugares mucho más habitables…
No sé porqué, últimamente estoy siendo consciente de la falta de amabilidad generalizada. Por supuesto, le echamos la culpa a la «crisis», pero lo cierto es que solo hay que observar algunos países mucho más «pobres» que el nuestro, cuyas gentes avanzan por la vida con los pies descalzos y con su mejor traje: una sonrisa amable. ¿Quizá sus pies desnudos conectan mucho más con la esencia de la tierra, con la verdad de la vida..? Tenemos tanto que aprender, los «países más civilizados», ¿verdad?
En las ciudades, vivimos en un espiral infinito de normas, deberes, obligaciones y, cómo no, derechos. Y parece que, cuando uno tiene «el derecho», pierde la amabilidad. Párate un momento, observa, fíjate en el tráfico…
Pero yo conozco a una mujer amable. Una mujer interesante, directiva de una empresa importante, con presión y estrés sobre su mesa, pero vive con amabilidad en su mirada y ternura en sus palabras, combinación que, seguro, hace más felices a los que la rodean. Algún día tengo que decírselo…
Ya lo dijo Schopenhauer, «La amabilidad es como una almohada que, aunque no tenga nada por dentro, amortigua los embates de la vida»
Ah! Referente al título del post… no se me olvida:
Hay tres cosas importantes en la vida: la primera, ser amable; la segunda, serlo siempre; y la tercera, nunca dejar de serlo.
Y, como siempre: ¡Gracias!