En un lugar como éste, un chisme ha nacido… 


Once upon a time, en un lugar cualquiera que puede ser este mismo, un hipócrita aficionado hizo su trabajo lo mejor que supo: malinterpretó o incluso inventó un chisme, tan virtuosamente, que incluso él mismo se sorprendió…. al poco de rodar el chisme por las viñas del Señor, encontró éste a «su media naranja»: un chismoso,  de los que se reconocen por sus falsos andares. Y, como era de suponer, éste también hizo lo que era menester, se dedicó a llevarlo allende los mares, tiñiendo de color marron mierda a todos los ingenuos que iba encontrando por calles y caminos, por bares y rincones, haciendo cada vez más gorda la bola, y a su vez más increible… hasta que, de pronto, en un cruce sin importancia chocó de frente con un inteligente, y colorin colorado este chisme se ha acabado…
Lo malo no es el chisme. Es lo que hacemos con él. 

El reto es sencillo: ¿qué vas a hacer con el próximo chisme que te llegue…?