En tiempos del Coronavirus, la «calma» es posible

Porque estamos caminando por un camino, por el que no hemos andado antes. Porque la salud es, sin duda, lo más importante -y me atrevería a decir, para todos-. Porque la sensación de «no hacer» es una de las principales fuentes de angustia y ansiedad. Porque los pensamientos de impotencia e injusticia son altamente tóxicos para el Ser. Porque el miedo y la incertidumbre ganan terreno fácilmente, cuando estamos en las bajas vibraciones de las emociones «negativistas». Porque la vida es, a veces, poco comprensible… Se nos ocurren infinitos «porqués» para instalarnos fácilmente en la queja, la crítica, el lamento y la negatividad, en esta situación que estamos, y someternos a vivirla desde el victimismo y el enfrentamiento.

Seguro que se nos ocurren muchísimos «para qués», en positivo, y se resumen en uno: para que se contagie una actitud positiva, A+. Y no me estoy refiriendo al «pensamiento positivo», sino a la actitud. Al hacer y al ser, en clave positiva, con un trasfondo de emoción en lo que los expertos y neurólogos llaman «altas vibraciones». Esto puede sonar un poco raro. A mí también, lo reconozco. Por eso me propongo explicarlo y compartirlo.

Las Ondas Cerebrales en nuestro «día a día»

Según la neurociencia, nuestro cerebro emite distintos tipos de onda al mismo tiempo, es decir, mientras nuestro cerebro se encuentra en estado beta, por ejemplo, se producen ondas beta y también se producen otros tipos de onda a la vez, aunque en este caso las ondas beta sean las predominantes.

Así, mientras nuestro estado mental va cambiando a lo largo del día, los diferentes tipos de ondas cerebrales son emitidos en diferentes combinaciones dependiendo de nuestro estado mental y de las habilidades mentales que se requieran en el momento, ya sea relajación, aprendizaje, concentración, atención, foco, presencia…

En el sentido práctico de nuestro día a día, cuando nuestras ondas cerebrales están equilibradas, nuestros estados mentales serán los más apropiados para cada situación y para cada momento del día. Sin embargo, cuando nuestros cerebros son estimulados a permanecer en un solo tipo de onda – generalmente en estado beta – entonces pueden surgir conflictos como el estrés, con sus respectivas dificultades a nivel físico y mental.

Sabemos que la meditación activa las ondas beta, theta y gamma.

La visualización, la meditación, la atención plena, poner el foco de atemción en la respiración… ¿sabes cómo te beneficia meditar?

Cuando meditamos, utilizamos el cerebro de una manera distinta: lo ponemos al servicio de la calma. Por esa razón se produce una transformación. Se dan cambios en la actividad eléctrica de las neuronas, en las ondas que genera el cerebro para funcionar y que varían según nuestro estado mental:

  • Durante el sueño profundo predominan las ondas delta, que tienen la capacidad de reparar el cuerpo y la mente.
  • Durante el sueño ligero, cuando el cerebro está en su punto más álgido de relajación profunda, prevalecen las ondas theta.En estado de vigilia abundan las ondas alfa.
  • En estado de mente racional predominan las beta.
  • bien, pues durante la meditación se produce un incremento de las ondas theta y alfa: se consigue un cerebro en calma estando en estado que llamamos «de vigilia».

La ciencia ha descubierto el papel de las ondas gamma cerebrales en relación a estados de mayor apertura de consciencia, manifestando así que ayudan a salir de los pensamientos cíclicos, y bucles neuróticos que tan fácilmente nos atrapan.

A la vez, se promociona mayor disposición para entrar en un espacio mental donde predomina la creatividad, la incorporación directa de nuevo conocimiento, donde además, nos encontramos en una inexplicable sensación de paz y sentimos esa certeza de que «todo está bien». Algunos expertos lo llaman «la antesala de la felicidad».

Mejor la la Ansiedad, los Miedos.mejora la Memoria. El sueño… todo son beneficios para el cuerpo y la mente de la persona que practica meditación diariamente.

La meditación es el deporte del cerebro. 

Y como dice Antonio Jorge Larruy, «meditar es des-cubrir nuestra esencia». Os invito a conocerlo en instagram, donde podéis encontrar muchos vídeos en igtv.

Además de meditación, hay otras formas de elevar nuestra frecuencia vibratoria. Aquí compartimos 7 y uno más:

  1. Sé consciente de tus pensamientos: escribir pensamientos sueltos, frases poco conexas, puede ser de utilidad… y
  2. Aprecia pequeñas cosas: Anotar pequeñas cosas cada día, ayuda a tenerlas presentes cuando más nos cuesta.
  3. Sé consciente de los alimentos que comes: Respetar el propio cuerpo y comer alimentos saludables, suma en autoestima, además de salud.
  4. Bebe suficiente agua: Ya sabemos los beneficios de beber agua, pero que sea agua de buena calidad.
  5. Medita: Incorporar unos minutos de meditación al día. Por la mñaana y por la noche, la química de tu cerebro se modifica y tú te beneficias.
  6. Sé agradecido: De nuevo, anotar pequeñas cosas por las que, cada día, podemos estar agradecidos, es vibrar en positivo.
  7. Muévete: estas semanas es algo más complicado hacer ejercicio, y en internet hay infinidad de opciones, webs y apps para poder entrenar en el salón de casa, unos minutos cada día, a ritmo de tu música preferida.

Y uno más: ¡Sencillamente, ríe! No se trata de tomar este asunto a broma, sino de poner humor a la vida. Comparte conversaciones divertidas y en clave de humor, sin profundizar necesariamente en todo momento. Verás que las vibracones altas permanecen y generan energia vital. Pruébalo, ¿qué puedes perder? 😉

Gracias. Y good vibes!

* Good vibes con los colores de Lisa Olle Curiel *