
14 Abr El estigma del Coronavirus
A estas alturas, podemos decir que todos conocemos alguien que ha pasado el Coronavirus y lo ha superado. Después de varias semanas de aislamiento preventivo, la mente humana desarrolla peligrosos sistemas de protección: los estigmas.
* Estigma: del latín stigma, marca impuesta con hierro candente. Marca o señal sobrenatural que aparece en el cuerpo de algunos santos y que es signo de su participación en la pasión de Jesús *
El estigma es una respuesta evolutiva natural. Estamos programados para distanciarnos físicamente de quien consideremos puede perjudicarnos –en este caso, contagiándonos el Coronavirus-. Tenemos un conjunto completo de reacciones evolucionadas, llamadas «de evitación», para preservar nuestra integridad, nuestra salud, nuestra vida.
Distancia social, no aislamiento social
También hay un componente moral u físico. Tenemos tendencia a creer que a “las personas que hacen las cosas mal, les pasan cosas malas”. Es «la falacia del mundo justo» y nos lleva pensar que las personas infectadas con una enfermedad, pueden haber hecho algo malo para contagiarse: tal vez no se lavaron las manos el tiempo suficiente, se tocaron demasiado la cara o no se distanciaron lo suficiente socialmente.
Esta creencia resulta reconfortante, generalmente nos ayuda a sentir que tenemos el control de nuestro destino. Nos dicta que si seguimos las indicaciones correctamente, no nos infectaremos. Sin embargo, las cosas no son así.
No vivimos en un mundo justo: podemos seguir todas las precauciones indicaciones de salud, lavarnos las manos durante 60 segundos, mamtemer el distanciamiento social y contagiarnos.
La aparición de estigmas perjudica la salud mental y física de las personas que lo reciben. Rechazo social, comentarios en voz baja, negación de servicios…
Experimentar el estigma de otros puede conducir a síntomas depresivos elevados, estrés, ansiedad… El aislamiento tan notorio de los enfermos no ayuda, si hablamos de mantener la salud mental en óptimo estado.
El estigma no solo afecta a las personas que padecen -o han padecido- una enfermedad, también a sus familias y entorno más próximo. Y si ampliamos el zoom a una mirada social, en este contexto del Coronavirus, el estigma puede enfocarse directamente hacia personas con rasgos asiáticos, viajeros que hayan volado recientemente a zonas como China y hasta donde nos lleve el miedo…
Esto no es una guerra, sin embargo si permitimos que estos estigmas se instalen en las diferentes capas de nuestra sociedad, habremos perdido. Los más jóvenes no recordarán los tiempos de auge del VIH, durante los noventa, algunos vivimos muy de cerca y tuvimos que luchar activamente con la finalidad de deconstruir el estigma contra portadores del virus del SIDA, entre personas cercanas, amigos. Incluso familiares.
Educación y empatía, un tándem imbatible
La educación es una de las herramientas más eficientes para deconstruir un estigma. Educación en las familias, promoviendo el diálogo desde la apertura, el respeto y creando conciencia.
Empatía, sencillamente invitar a los miembros de la familia a ponerse en el lugar del que, además de haber sufrido la enfermedad, ahora tiene que enfrentarse al estigma social, que desemboca en ocasiones en actitudes de discriminación.
Educación en las empresas, facilitando información, divulgando cultura de inclusión y medidas de prevención que garanticen la seguridad de todas las personas, hayan pasado el Coronavirus, o no.
Porque estamos viviendo una experiencia única, una oportunidad de mostrar y proponer toda nuestra solidaridad y empatía.
Es momento de “the value of values”, la confianza
Invertir en programas de bienestar, formación y valores. Porque todos tenemos un papel fundamental en esta tarea. Sencillamente dar apoyo a personas susceptibles de sufrir esta discriminación, puede suponer un cambio de actitud para muchas personas. Dialogar abiertamente. Hablar de nuestras preocupaciones, de nuestros miedos, de los factores que nos provocan estrés, en diferente grado, puede facilitar un planteamiento positivo de la situación y un acercamiento entre las personas.
El estigma nos divide y nos enfrenta
Aunque es una reacción evolucionada a la enfermedad, también es evitable. Esta pandemia puede pasar a la historia como un hecho que separó y aisló la Humanidad.
En nuestras manos está, que el Covid19 pase a la historia como la pandemia que unió a todas las personas.
Porque estamos viviendo una experiencia única, una oportunidad de mostrar y proponer toda nuestra solidaridad y empatía.
Porque estamos viviendo una experiencia única, una oportunidad de mostrar y proponer toda nuestra solidaridad y empatía. (Esta frase aparece dos veces, porque considero es importante)
Y, por último, debemos tener bien claro que el enemigo común es el virus, no las personas afectadas.
Gracias ❤️