El Amor propio según Frida: declaración de independencia emocional

Frida Kahlo, la icónica artista que pintó con el corazón y el alma, también nos dejó estas palabras de profunda reflexión, en el ámbito del amor propio y la autonomía emocional. En su mensaje a Diego, Frida nos comparte que el amor y el respeto propio deben ser inquebrantables, innegociables, diría yo, y que no debemos buscar validación externa para nuestra valía.

Esta declaración de independencia emocional, Frida nos cuenta que, a pesar de las adversidades y el dolor que enfrentó, la artista siempre mantuvo una firme determinación y un sentido innato de sí misma.

Su arte, su estilo y su actitud desafiante ante la vida, fueron testigos de su profundo amor propio. En un mundo que a menudo nos insta a depender emocionalmente de otros, estas palabras y la vida de Frida son un recordatorio inspirador de que nuestra propia fortaleza interior es el mayor regalo que podemos ofrecernos a nosotros mismos. Porque, como Frida nos enseña, el amor no se mendiga; se cultiva desde dentro. Nadie puede cambiar lo que tú eres, ni mil halagos ni mil desprecios.

Frida Kahlo le dijo a su marido, Diego,

«No te pido que me des un beso. No te disculpes conmigo cuando pienso que te equivocaste. Ni siquiera te pediré que me abraces cuando más lo necesito, no te pido que me digas lo hermosa que soy, aunque sea mentira, ni de escribirme nada bueno. Ni siquiera te voy a pedir que me llames para decirme cómo estuvo tu día, ni de decirme que me extrañas. No te voy a pedir que me agradezcas por todo lo que hago por ti, ni que te preocupes por mi, cuando mis ánimos están en el suelo, y por supuesto, no te voy a pedir de apoyarme en mis decisiones. Ni siquiera te pediré que me escuches cuando tengo mil historias que contarte. No te voy a pedir que hagas nada, ni siquiera que estés a mi lado para siempre. Porque si tengo que pedírtelo , entonces ya no lo quiero».

         Grande, Frida Kahlo!

Exacto, Frida Kahlo hace una idea al amor auténtico y profundo, el amor que se manifiesta de forma natural, sin necesidad de pedirlo. Las personas que te amamos genuinamente, las que te valoramos y te respetamos, ya te decimos esas palabras, brotan del corazón en el momento perfecto. Y mostramos interés por tu bienestar, te pedimos un WhatsApp cuando llegues a casa y sabemos que necesitas quedar hoy, precisamente hoy. Se trata de una conexión que va más allá de las palabras y las peticiones explícitas, donde el amor fluye libremente y se nutre en la confianza mutua.

Es un recordatorio de que el amor, cuando es auténtico, se siente en cada gesto, en cada mirada, y nos brinda el regalo de ser amados tal como somos, sin necesidad de pedirlo.

 

Y parafraseando a mi querido Angel Martín, te diré: «¡Mírame, te quiero!»